domingo, 14 de agosto de 2011

Abrir notificaciones LexNet en Linux.

Cuando la administración pública manifestó a los cuatro vientos que implementaría los estándares libres en su funcionamiento, muchos tuvieron un ataque de euforia, y se imaginaron al funcionariado utilizando sudo entre café y café y quemando en piras gigantescas todas las copias de Windows, Microsoft Office y cualquier otro programa cuyo código no pudiera auditarse por el propio administrado. ¡Viva la revolución!

Pero lo cierto es que, a día de hoy, y salvo honrosas excepciones como la Agencia Tributaria, la administración pública sigue diciendo Diego donde dijo digo, y la adopción de estándares libres en ámbitos de los que no dependen tanto los oros del Estado es manifiestamente chapucera, cuando no inexistente. Claro que habrá quien diga que muchas oficinas públicas siguen usando el papel y el bolígrafo, los estándares más universales y extendidos hasta la fecha. A lo mejor era a eso a lo que se referían, y fuimos nosotros los que lo entendimos mal.

Un ejemplo claro de lo dicho es lo que se conoce como LexNet que, para quien no lo sepa, es un sistema de notificación telemática de resoluciones judiciales. Dejando de momento al margen los problemas de implementación que, en la actualidad, ocasiona el hecho de utilizar para su funcionamiento ActiveX - y que supone que nadie que maneje Linux o Mac OS, o simplemente otro navegador que no sea Internet Explorer, pueda usarlo - me centraré solamente en el acto de la notificación de las resoluciones judiciales.

Cuando un juzgado dicta una resolución, ésta es notificada vía LexNet a los abogados y procuradores. El problema es que el archivo de la resolución, que llega a los mencionados profesionales vía telemática, suele tener el formato RTF o, en otros casos, DOC, dos formatos propietarios de Microsoft. En principio esto no debería suponer ningún problema más allá del incumplimiento del compromiso de la administración pública de usar estándares abiertos, pues muchas aplicaciones ofimáticas propias de Linux (OpenOffice.org, LibreOffice o AbiWord) pueden leer y escribir dichos formatos casi sin problemas. Pero obsérvese que he dicho "casi", y como en España somos muy dados a cumplir a rajatabla la Ley de Murphy, si algo puede hacerse mal, se hará mal.

El problema es que esos documentos RTF o DOC contienen algún tipo de objeto, macro o lo que sea que hace que toda la cabecera de la resolución sea ilegible para cualquier aplicación que no sea Microsoft Office. Y como una imagen vale más de mil palabras, sea, pues. En teoría, un documento de LexNet debería verse así:


Pero, lamentablemente, al abrirlo con LibreOffice, OpenOffice.org o AbiWord, lo que aparece es esto:


Como se puede ver, desaparece toda la información relativa al órgano judicial que dicta la resolución, así como a los datos que hacen referencia al tipo de procedimiento, el número de autos y las partes. A mi juicio, todo un ataque al derecho de defensa, pues obliga a tener software propietario al destinatario si quiere recibir en condiciones óptimas información tan vital como la relativa a un proceso judicial. Claro que hablamos de abogados y procuradores, profesionales que, y bien lo saben todos los cantamañanas de este país, tienen miles de millones, muchos robados, y los pocos que no, sin declarar; pero no se trata de que puedan o no pagar una licencia de Windows y otra de Office, sino de la libertad que implica trabajar con el sistema operativo que a cada uno le dé la gana, sin que ello suponga un menoscabo de los derechos como ciudadano.

SOLUCIONES

Como no soy experto informático, desconozco a qué se debe el problema: si a una chapuza de los desarrolladores de LexNet, a los programadores de las aplicaciones utilizadas para escribir las resoluciones judiciales, o a una incapacidad de los colaboradores de las suites ofimáticas de código abierto para lograr una total compatibilidad con los formatos mencionados. No obstante, intentaré dar una solución que permita compatibilizar LexNet con sistemas no Windows o, más concretamente, con Linux.
 
- Solución 1: Google Docs.

Una solución rápida la da Google Docs. Aquellos que tengan una cuenta de Google, puede utilizar dicha aplicación para importar el documento recibido y, una vez abierto, descargarlo en PDF o cualquier otro formato que le sea más cómodo. La ventaja de este método es que no requiere la instalación de software adicional. Como contrapartida, exige una conexión a internet y una cuenta de Google. Además, puede resultar algo tediosa si se reciben muchas notificaciones vía LexNet, pues exige la introducción de contraseñas, la subida de archivos "a la nube", la descarga en PDF y, para evitar problemas con la Agencia Española de Protección de Datos, el borrado de los archivos de los servidores de Google una vez terminada la faena.

- Solución 2: Wine.

Para aquéllos que no dispongan de una cuenta de Google o, simplemente, prefieren realizar todo el proceso con su ordenador, hay otro método que requiere la instalación de aplicaciones adicionales, pero con la ventaja de que la conversión se hace más rápidamente y con mayor comodidad que con Google Docs. Hasta el día de hoy, no he encontrado ninguna aplicación de Linux que consiga leer correctamente las notificaciones de LexNet, así que necesitaremos Wine, y un programa llamado Microsoft Word Viewer. Sí, es de Microsoft, para Windows y no es libre; pero, al menos, es gratuito. Vamos allá.

Wine es una aplicación que permite ejecutar programas de Windows en Linux. Para instalarlo, se pueden bajar los paquetes desde la página oficial, aunque es preferible añadir los repositorios al archivo sources.list. Para Debian, existen los repositorios de Lamaresh, que añadiremos siguiendo los siguientes pasos (basados en las instrucciones de Lamaresh):

1.- Abrimos un terminal.
2.- Como root, escribimos gedit /etc/apt/sources.list.
3.- Dando por hecho que utilizamos la última versión estable de Debian (a fecha de este post, Squeeze), añadimos la siguiente línea al archivo: deb http://www.lamaresh.net/apt squeeze main
4.- Guardamos los cambios y cerramos Gedit.
5.- Sin salir del terminal, añadimos las firmas de Lamaresh con la siguiente orden: wget http://www.lamaresh.net/apt/key.gpg && apt-key add key.gpg.
6.- Actualizamos las fuentes: aptitude update (o apt-get update, si se prefiere).
7.- Instalamos Wine: aptitude install wine (o apt-get install wine, si se prefiere).
8.- Una vez finalizada la instalación, cerramos el terminal. Ya tenemos Wine instalado.

Ahora tenemos que instalar Microsoft Word Viewer. Para ello, nos descargamos la última versión desde la página oficial. Después de la descarga, ejecutamos el archivo EXE. Aceptamos la licencia y seguimos los pasos que nos indique el instalador.

Hasta aquí, lo más difícil. Todo lo explicado hasta ahora sólo hay que hacerlo una vez, pues son los pasos para instalar el software adicional que nos permite abrir las notificaciones de LexNet.

A partir de ahora, podemos abrir cualquier archivo RTF o DOC que nos llegue vía LexNet con todas las cabeceras. En Gnome, pinchamos con el botón derecho del ratón sobre el archivo en cuestión y seleccionamos Abrir con > Microsoft Office Word Viewer. Nos aparecerá algo así:


Aparece una gran línea negra a la izquierda del documento, donde se encuentra el escudo de España. Para evitar que salga en la impresión, con el gasto de tinta o tóner que supone, dentro de Word Viewer vamos a Herramientas > Opciones. Dentro de la pestaña Imprimir, en la sección Incluir con el documento, quitamos la opción Dibujos.
 

Aceptamos y ya podemos imprimir el documento tranquilamente, bien por impresora o en un archivo PDF. El resultado que se obtiene es algo así:
 

Inevitablemente, se pierde el escudo de la resolución, pero permanece íntegra la información del documento, que es lo que importa. A partir de este momento, ya podemos abrir cualquier documento con Word Viewer e imprimirlo, todo localmente y con programas instalados en nuestro ordenador.

Como conclusión, sólo me queda decir que, lamentablemente, la administración pública sigue faltando sistemáticamente a su propio compromiso de ser tecnológicamente neutral lo cual tampoco supone, en honor a la verdad, ninguna sorpresa. De momento, y para quienes necesiten recibir notificaciones de LexNet en un sistema Linux, he aquí las soluciones que he encontrado, y que dan idéntico resultado, sea cual sea la que se utilice. Ahora, sólo queda que las autoridades públicas, o los desarrolladores de los programas implicados, den una solución a este problema que permita un uso total y completo de programas nativos de Linux y, si es posible, libres. Por supuesto, alguien con más conocimientos que yo puede dar una solución mejor a las propuestas. Para eso sí que sois libres de intentarlo.

Microsoft® y Windows® son marcas registradas de Microsoft Corporation. 
Abiword™  es una marca registrada de Dom Lachowicz.

1 comentario:

  1. El problema de las aplicaciones de codigo abierto u opensource, es que prometen la luna pero no dan mas que quebraderos de cabeza. Comparado con un entorno de desarrollo homogeneo como el que tienen empresas donde sus aplicaciones se desarrollan en un entorno cerrado, con las ventajas que eso aporta de fluidez en la comunicacion, intercambio, entendimiento,.. las otras son creadas por personas dispersas, muchas veces poco profesionales, que no están sujetas a unas politicas de desarrollo homogeneas para todos, o incluso arbitrarias, y los bugs, errores y fallos de aplicacion estan a la orden del dia. Una empresa como Microsoft no va a ceder a nadie su codigo ni especificaciones tecnicas de sus productos cerrados y cualquier aplicacion que diga que es 100% compatible con esa aplicacion simplemente miente. Lo que quiero decir es que pretender que un programa opensource sea 100% compatible con uno propietario como Word, es una quimera, lo ha sido siempre y siempre lo sera, por mucho que se hable de los beneficios de la libertad de eleccion de software y acceso libre al codigo, al final, en la administracion publica ningun usuario lo necesita (y si me apuran, ningun usuario domestico tampoco). Lo unico que si se necesita es que todo funcione correctamente, y por mucho que nos pese el coste de pagar licencias a MS por su software, va a ser la unica solucion para que todo funcione. Mezclar ambos mundos, el del software libre y el propietario no es mas que meter el pie en un charco del que solo vamos a salir embarrados. Creo que en las AAPP deberian ser mas coherentes. O software libre todos, o Word todos, pero ambas cosas... es un imposible y siempre existirán estos problemas.

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